Pampa deprimida (Penovi) – 2018

Pampa deprimida
Mario Penovi.

 

Nadie avanza sobre el vacío, aunque transitar en este espacio pareciera que transmite esa sensación. Espacio que invita a pensar, meditar y reflexionar. Paisaje, escenario, que nos cuestiona e interroga. Es ineludible no conectarse con lo que fuimos y somos, individuo y sociedad, presente y futuro. La tierra explica la historia.
La llanura se nos presenta, no como la deseamos, sino como reflejo de su ser, dispuesta a sorprendernos. Nos obliga a estar mentalmente atentos. Y eso es lo bueno, lo atractivo. Nos ayuda a buscar, con distinto éxito, lo esencial, lo necesario. Que más.
Cielo y tierra, dos componentes eternos en constante movimiento. Y agua. Como neblina o rocío, como lluvia o nube. Estática o en movimiento, como laguna o río, como charco o arroyo. La llanura, obsesionada con retenerla, manipularla, se la adueña y la expone como símbolo de algo que fue, siempre dispuesta a volver.
¿Y si el agua tuviera memoria?
Observar, caminar, oler, sentir, respirar.
Estar.
Solamente después de un tiempo considerable de estas acciones creo percibir el mensaje de mi paisaje. Mensaje imposible de ponerlo en palabras.