Convenio de Extensión Comuna de Arequito.
Fundamentación
La pampa no es plana ni está vacía. El colonizador llegó a estas tierras sin el entrenamiento emocional para absorber la vastedad del paisaje. Se perdió en un mar verde y lo llamó desierto. Interrumpiendo este vacío imaginado, ríos ocultos sorprendieron al viajero y guiaron al colono. La propiedad rural colonial y los caminos reales se trazaron siguiéndolos, las líneas de defensa contra el indio se aseguraron gracias a ellos, las batallas de nuestras guerras civiles llevan sus nombres. Pero hoy, podemos atravesar nuestro territorio sin darnos cuenta de su existencia. Nuestros ríos pamperos son ahora invisibles, incluso para las poblaciones que viven en sus cursos. Esta larga historia de ignorancia comenzó con el trazado del ferrocarril (y su determinación de pueblos) y se reforzó con las rutas y autopistas. La forma que ocupamos y atravesamos nuestro paisaje ha perdido todo contacto con su realidad ecológica.
La Pampa Ondulada, nuestro territorio cercano río arriba, recibe su nombre gracias a las sutiles ondulaciones topográficas creadas por erosión hídrica y la elevación de la base del suelo. Mirando este paisaje distinguimos zonas altas que bajan suavemente hacia valles donde se encuentran, casi tallados en la tierra, nuestros ríos ocultos. Una vez en ellos, la experiencia espacial de un espacio contenido y direccional contrasta agresivamente con el horizonte abierto de la pampa. El río Carcarañá es uno de estos ríos escondidos. En su desembocadura, en 1527, la expedición de Sebastián Gaboto fundó el primer asentamiento colonizador en territorio argentino, el Fuerte de Santi Spiritu. Sus 240 kilómetros de desarrollo son navegables y a pesar de cruzar varias ciudades y uno de los territorios más ricos de la región, se encuentra marginado y olvidado.
El Balneario de Arequito no escapa a esta historia de olvido. Creado en la década del ’50, en su apogeo llegó a recibir 5.000 personas por fin de semana. Hoy se nos presenta como una joya oculta en necesidad de reinvención. Si queremos alcanzar un futuro sustentable para el área, tenemos que restaurar las funciones ecológicas y culturales del río y el balneario. Formalizando su identidad gracias a la preservación e intensificación de las condiciones pre-existentes, el diseño paisajístico puede operar como instrumento pedagógico enmarcando en experiencias espaciales la historia ecológica de la región.
Objetivos
Clarificar la relación del balneario con su territorio desde un punto de vista paisajístico-cultural y la relación de su cota alta con su cota baja desde un punto de vista paisajístico-arquitectónico.
Realizar un relato del viaje a través del territorio comprendido entre la ciudad de Rosario y el balneario del pueblo de Arequito, a partir de la producción de representaciones propias.
Lugar
Balneario Comunal, Arequito, Depto. Caseros, Prov. de Santa Fe, Argentina.
Organiza
Proyecto Intemperie
Facultad de Arquitectura, Planeamiento y Diseño, Universidad Nacional de Rosario, Prov. de Santa Fe, Argentina. Cátedras Rois y Moliné.
Fotografía
Gustavo Frittegotto